
Al llegar a casa encontramos a
David, aún de uniforme, tumbado en el sofá como una maja a la espera de su
Goya inmortalizador. Dentro de 300 años, y bajo medidas de máxima seguridad, será inquilino de honor en el
Museo del Prado y los libros de arte hablarán de su importancia como obra. Integrado en el sofá,
David es la musa.
Foto: Inés Laudat.
Oh...¡qué lindo!
ResponderEliminarvd. es capaz de dejar sin palabras a cualquiera.
ResponderEliminarEl de la foto es David, el compañero de piso mítico.
ResponderEliminarSeguro que escucha a LOS PLANETAS y FRANZ FERDINAND , sereis gafaspasta!!!!!
ResponderEliminarNo, tío. Él tiene más clase.
ResponderEliminarSe le ve jovial...
ResponderEliminar¿Le debe dinero David, Sr. Ruina?
¿Y cómo va a solidificarlo D. Ruina?, ¿piensa sacar mucho dinero de la obra de arte?
ResponderEliminarSi yo fuera DAvid no le sacaría el ojo de encima...
Yo escucho a Franz Ferdinand, y??? de gafapasta nada.
ResponderEliminarDavid mola. Tiene cara de buen tipo. Y la foto es navideña, transmite buen rollo.
ResponderEliminarA mi me dá un poquitín de grima, aunque siento desde la fuerza interior que has puesto la foto a mala follà, eso no se le hace a un amigo, además, esto no va de cine?
ResponderEliminarLa foto está puesta con todo el cariño del mundo. No, no sé... ¿va esto de cine?
ResponderEliminarPues a veces sí y a veces no, ¿no?
ResponderEliminarMe ENCANTA la camiseta que lleva.
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