Garabateamos cosas extrañas en nuestros diarios y de rodillas rogamos al Señor para que castigue al reparto en pleno de Cuéntame cómo Pasó. No queremos ver a Imanol Arias en otro spot televisivo. Cruzamos los dedos, mientras vemos su famoso anuncio, para que el coche se estrelle. Robamos en grandes superficies las ediciones en DVD de su serie e improvisamos hogueras. Imanol es pasto de las llamas y ello nos llena de estúpida felicidad. Tanta nostalgia televisiva y cinematográfica ha logrado trastornarnos. Por eso ahora queremos fuego.
¡Eso, que se joda el árbol!
ResponderEliminarMe gusta Cuéntame cómo pasó.
ResponderEliminar¿Debo arder yo también?
No, no... ¡Los Rafalets no arden!
ResponderEliminarSi quieres le prendo mecha, que le veo en unas horas... (y todos los dias!)
ResponderEliminar(no me delaten, cabrones)
Saludos from da Bellota!!
Eso, ¡a por él!
ResponderEliminarEs peor que nostalgia, es explotación del sentimentalismo, y falseamiento de la historia vía "cualquier tiempo pasado fue mejor".
ResponderEliminarImanol, desde que hiciste "El lute" no has hecho nada más, espabila hombre.
ResponderEliminarPues si a la hoguera le metemos tb una copia de "Un asunto privado", la peli que dirigió, prenderá mejor que mejor.
ResponderEliminaryeah...
ResponderEliminar