miércoles, mayo 18, 2011

Lo admito: necesito a Nicolas Cage en mi vida

De acuerdo: es cierto que Ghost Rider (Mark Steven Johnson, 2007) se encuentra a varios años luz de ser una obra de arte, lástima, pero por lo demás es una distracción casi decente que se consume sin problemas. No es veneno mortal para el cerebro, ni nada por el estilo. En serio. Y tiene a Nicolas Cage de protagonista, que eso es siempre un valor artístico seguro. El tipo, muy por encima del bien y del mal a estas alturas de su carrera, sigue siendo capaz de ofrecer un arroz con leche interpretativo de altísimo nivel. O una mousse de chocolate. Todo muy loco. Muy Cage.

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