domingo, diciembre 19, 2004

El Maquinista

Christian Bale se cubre de gloria con una brillante interpretación a la altura de los grandes que será recordada durante mucho tiempo

El Maquinista es la nueva apuesta del productor Julio Fernández,corazón y cerebro de Filmax,en la arriesgada aventura de hacer un cine con capital español y estrellas de renombre que sea exportable más allá de nuestras fronteras.Ya lo estaba haciendo con su Fantastic Factory,acompañado del temible Brian Yuzna,microondas de productos de derribo,por lo general de dudosa calidad,tan simpáticos como olvidables,que también ha dado alguna que otra grata sorpresa.En esta ocasión Fernández ha apadrinado un proyecto huérfano de financiación hasta que llegó a sus manos y que cuenta con guión de Scott Kosar,responsable del libreto para el notable remake de La Matanza de Texas,y un director tan hábil y preciso como Brad Anderson,firmante de la muy apreciable e inquietante Session 9.Si a eso sumamos una estrella de primera magnitud y talento reconocido como Christian Bale y unos secundarios reconocibles por el gran público lo que tenemos es, sin duda, la apetecible,e imposible de ignorar, carta de presentación de una esperada película que llega al fin a nuestras pantallas precedida de buenas críticas y unos cuantos premios (mejor actor y fotografía en Sitges,mejor película del Festival Internacional de Cine Fantástico de Neuchatel).
El maquinista cuenta la tortuosa historia de Trevor Reznik (Christian Bale),un hombre mínimo en cuerpo y alma que lleva más de un año sin conciliar el sueño.De día trabaja como obrero en una lóbrega planta metalúrgica y por la noche invierte el tiempo que no duerme en leer El idiota, de Dostoievski (Anderson afirma que la historia también le debe mucho a otra novela del autor ruso,El Doble,así como a Kafka,Hitchcock o a El Quimérico Inquilino,de Polanski),cepillar arrodillado el suelo del cuarto de baño,singular imagen asociada al castigo, o seguir los rastros de humo que van dejando los ecos fantasmagóricos que lo atormentan.Únicamente encuentra cierto alivio en compañia de las dos únicas mujeres que hay en su vida,completamente opuestas pero relacionadas sin saberlo por los sentimientos comunes,debilidad ,lástima o instinto maternal, que despierta en sus personas:Stevie,una prostituta con la que comparte cama y confidencias (una ideal,como siempre,Jennifer Jason Leigh,en otro de esos sórdidos papeles de mujer desarraigada a que nos tiene acostumbrados),que cree haber encontrado en Reznik al hombre bueno que la ayude a dejar la calle,y Marie,camarera del turno de noche en la cafetería de un aeropuerto, (espéndida Aitana Sánchez Gijón,en un papel breve pero no por ello de menor peso dramático en la trama),madre soltera de un crío con inesperadas crisis de epilepsia.Con ambas podría encontrar la estabilidad emocional si no fuera porque el progresivo desequilibrio que carcome su endeble salud mental le aleja de todo.En lo concerniente al resto de su existencia,lo que queda se reduce a padecer ese insomnio asesino que distorsiona alarmantemente su percepción de la realidad,llegando a provocar un espantoso accidente laboral en el que uno de sus compañeros,Miller (Michael Ironside,el mítico Ham Tyler de la serie V), perderá un brazo.A partir de ahí,el protagonista sufrirá en su persona el vacío por parte del resto de la plantilla,siendo absorbido paulatinamente por la idea paranoica de que todo cuanto le sucede responde a un siniestro complot urdido para que abandone por iniciativa propia una fábrica en la que nadie le quiere cerca.No menos importancia tendrán en ello las apariciones y desapariciones de otro operario que nadie más que Reznik parece ver,Ivan (un enorme e imponente John Sharian,toda una presencia),y la invitación anónima en forma de post-it a completar el juego del ahorcado que alguien ha dejado adherido a la puerta de su nevera.Con estos elementos,en ningún momento depositados al azar,hilvanados con mimo y el notable oficio de un director que sabe lo que hace,Brad Anderson saca adelante con nota esta historia de suspense,acentuada en todo momento con gran acierto por el hermanniano score del talentoso Roque Baños,haciéndonos,sin dificultad, partícipes del enajenado recorrido del maquinista del título a través de los extraños desvíos de una perturbadora atracción de horror repleta de claves,desgracias y misterios muy humanos que le arrastrarán hasta el descubrimiento de una verdad reveladora,dolorosa y,en último término,liberadora que deberá afrontar si quiere deshacerse finalmente de la culpa que le ha consumido hasta dejarle en los huesos.
Un inmenso Christian Bale,mutado en radiografía humana,en una sorprendente y espectral interpretación que será recordada durante mucho tiempo, es el anoréxico Atlas sobre el cual descansa el peso de esta historia sobre culpa y redención.Hace mucho que el galés dejó atrás al niño actor de El Imperio del Sol,de Spielberg,para demostrar que pertenece a esa especie de actores camaleónicos y superdotados como De Niro o Edward Norton,capaces de moldear su físico,en ocasiones a riesgo de dañar su salud,en función del personaje que interpreten.Si en la excelente American Psycho convirtió su cuerpo en una apolínea y envidiable máquina de matar,aquí lo ha puesto al borde de la destrucción,adelgazando 29 kilos,nada menos,hasta mostrarse como un pantocrátor viviente de dolorosa visión que pasaría sin problemas por víctima del Holocausto.Lo que queda de Bale,poco más que una silueta transparente, se mueve,cadavérico,por momentos agonizante,por los angostos y oscuros pasillos de esta pesadilla fílmica edificada sobre un tema tan espinoso como la culpa que de paso nos recuerda que la mente es más frágil de lo que muchos imaginan,susceptible de quebrarse,y que la línea divisoria entre la razón y la locura puede ser traspasada con un simple y desafortunado paso en falso.

5 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Este post, hay que leerlo con cafe, a si que no se me vaya..besos
lavecinita

3:15 a. m.  
Blogger La-Ruina ha dicho...

Café es lo que voy a tomar ahora,y hasta mañana.

4:58 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Qué buena.Bale de Oscar,pero Filmax no tiene poder suficiente para organizarle una campaña digna de su interpretación de cara a la próxima ceremonia.

11:54 a. m.  
Blogger refoworld ha dicho...

Joder, Spaulding, tú y yo una supercrítica a esta película.

Qué casualidad.

A mí también me ha gustado. Y sí, también creo que Bale se merece, al menos, la nominación. A Bardem por estar tumbado le van a nominar y a Bale, que le den.

¿Por qué nominaron a Nicole al Goya? No lo entiendo. Bueno, de hecho, hay tantas cosas que no entiendo...

10:44 p. m.  
Blogger La-Ruina ha dicho...

Es que la peli vale mucho.
Lo de Bardem es increíble.Qué carrerón lleva este tío.Como se lleve el Golden Globe,fliparé mucho.
Nicole sí,Bale no.Muchos garrulos de la academia deben de ignorar la existencia de Bale,y quienes lo conocen no tienen el menor criterio,está claro.Cabrones.

9:23 a. m.  

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