Yo,velociraptor
Mira en qué me he convertido,mamá
Mi mundo onírico está desatado.He pasado la noche secuestrado por pequeños monstruos sin clasificación posible,transformándome en velociraptor y enfrentándome a mis captores para descuartizarlos en un par de violentos ataques,y dedicándome,en mi nuevo estado reptiliano,a la animación infantil,amén de enfrentarme a un monje shaolin,para redondear, en algo que sólo podría definir,a bote pronto,como kung-fu saurio.Algo muy fuera de lo normal.Todo muy alocado,con mucho alboroto y fácil de contar,pero de complicada comprensión incluso para un servidor.Un desfase importante,en cualquier caso,y que resulta curioso cuando te despiertas.Mejor dejar el psicoanálisis de lado en este caso.Si de algo estoy seguro es de que en ello nada tiene que ver la reciente lectura de El Giocondo,del insigne Francisco Umbral ,amena lectura que no me ha hecho cambiar de parecer respecto a esa teoría mía en la que afirmo,sin aportar fundamentos de peso, que él e Isaac Asimov han sido siempre la misma persona,una a cada lado del Atlántico.Les recomiendo que no me hagan mucho caso;háganlo por el bien de su estabilidad mental.
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