Febrero

Rodaje. Me levanto a las 08:30 de la mañana. Por Dios. Cruzo la ciudad. Frío y niebla. Calles vacías. Estornudo. Pienso en la obra de Werner Herzog. Me explotó la cabeza con aquella película de los enanos. Estamos rodando. Tengo la cámara en la cara. Intento recordar el guión. Repito mis diálogos una y otra vez. Me siento realmente absurdo. Improviso. Me tomo dos cafés, pero me apetece tomarme un Cosmopolitan bien cargado. El director no quiere que me emborrache. Insisto, pero se mantiene firme. Creo que acaba de mostrarme su límite. Acción. Café. De verdad, me siento muy absurdo. Ahora mismo me siento como James Caan en Misery. Pienso en Charlie Sheen en El Principiante. Recuerdo que su película sobre alienígenas me pareció interesante. Improviso.