En DVD: El Triunfo
por Veronique
El Triunfo, de Mireia Ros, es, para entendernos, una especie de malformada versión étnica del Malas Calles de Scorsese, siempre salvando las distancias, con Nen y sus amigos como protagonistas y una historia de conflicto racial cimentada sobre viejas rencillas que pretende tener peso dramático. Todo enmarcado en el lumpen barcelonés de los 80. Otra cosa es que nos lo creamos, como esos tres ex legionarios que lideran el barrio. Los personajes de la película se quedan en el esbozo desdibujado, en el puro estereotipo. Viejas historias sin resolver harán que su protagonista se mueva entre una absurda necesidad de venganza o su aspiración a triunfar en el mundo de la rumba. Una historia de gran calado intelectual, aunque puedo asegurarles que de este tipo de sueños rumberos está el mundo lleno. En serio. Ejemplos: Melodie, María Isabel, las Ketchup, yo misma a las 6 de la mañana en la ducha, etc... Ignoro cómo será la novela original que adapta, pero la historia en pantalla resulta poco menos que triste. Sí se aprecia cierto cuidado en el guión, hasta el punto de preguntarnos si su guionista/directora fue más allá de la adaptación para llegar a establecer contacto espiritual con los miembros de la etnia. Se nota que existe un background de investigación de campo, de inmersión en las entrañas de la raza para extraer sus giros y expresiones, su ignorancia y muy dudosa sabiduría, y de todo esto queda constancia en la plasmación de la querencia de la raza por conjugar anárquicamente los tiempos verbales. Todo muy terrible y que me hace preguntarme quién selecciona los títulos de la sección Panorama de la Berlinale.
El Triunfo, de Mireia Ros, es, para entendernos, una especie de malformada versión étnica del Malas Calles de Scorsese, siempre salvando las distancias, con Nen y sus amigos como protagonistas y una historia de conflicto racial cimentada sobre viejas rencillas que pretende tener peso dramático. Todo enmarcado en el lumpen barcelonés de los 80. Otra cosa es que nos lo creamos, como esos tres ex legionarios que lideran el barrio. Los personajes de la película se quedan en el esbozo desdibujado, en el puro estereotipo. Viejas historias sin resolver harán que su protagonista se mueva entre una absurda necesidad de venganza o su aspiración a triunfar en el mundo de la rumba. Una historia de gran calado intelectual, aunque puedo asegurarles que de este tipo de sueños rumberos está el mundo lleno. En serio. Ejemplos: Melodie, María Isabel, las Ketchup, yo misma a las 6 de la mañana en la ducha, etc... Ignoro cómo será la novela original que adapta, pero la historia en pantalla resulta poco menos que triste. Sí se aprecia cierto cuidado en el guión, hasta el punto de preguntarnos si su guionista/directora fue más allá de la adaptación para llegar a establecer contacto espiritual con los miembros de la etnia. Se nota que existe un background de investigación de campo, de inmersión en las entrañas de la raza para extraer sus giros y expresiones, su ignorancia y muy dudosa sabiduría, y de todo esto queda constancia en la plasmación de la querencia de la raza por conjugar anárquicamente los tiempos verbales. Todo muy terrible y que me hace preguntarme quién selecciona los títulos de la sección Panorama de la Berlinale.
6 comentarios:
¿Que le gustó Edmond???????
Que sí.
E usté un cabrón.
Hrmmm... SÍ.
Mi comentario no tiene que ver con este post, pero... ¡es que llevaba mucho tiempo sin poder pasarme por aquí! :)
Peter Stormare puede ser Dios también, sin duda! (Soy politeísta :P) John Abruzzi... Es que me ponen los mafiosos!! Pero ¿y que me dices de Robert Knepper???
Robert Knepper es FANTÁSTICO.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio