Una de tantas cosas lamentables
Odio perder una amistad. Que las amistades lleguen y se vayan es algo que detesto. No necesito que hagan eso. Necesito que se queden. Necesito gente que perdure en mi vida, cuyas compañías me enriquezcan y hagan evolucionar mi trayectoria como persona. Pero a veces surgen fricciones personales y se establece una distancia insondable, hasta no quedar nada. El problema es que eso ha sucedido demasiadas veces ya como para sentirme interesado en crear nuevos vínculos, y si el resultado final es quedarse solo de nuevo, ¿qué objeto tiene? Está desprovisto de utilidad alguna. Sólo duran las posesiones,los recuerdos y las mascotas.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio