El Papa tiene la culpa
Lo mío con el trabajo es una aversión manifiesta que he dejado de ocultar. Es más, no dudo en cultivarla y promover de paso el absentismo laboral entre mis seres allegados. Mi última pesadilla transcurre en unas cochambrosas oficinas. Imaginen el edificio Windsor tras la catástrofe y obtendrán unas vistas privilegiadas del lugar. Rodeado de cucarachas y asfixiado por un desespero laboral al que, entre sudores fríos, me pregunto cómo he llegado. Me encargan redactar una biografía del Santo Pontífice a toda velocidad, un trabajo destinado a convertirse en una edición de bolsillo que se entregará gratuitamente a los pasajeros de los vuelos intercontinentales. Mal clima en la oficina, presiones, roces insoslayables también. Hostigado, sea dicho de paso, por un tiránico jefecillo insignificante. El trabajo tiene que estar listo en poco menos de un par de horas, impecable, y los ordenadores no funcionan. No tardo en perder los papeles, claro, y deseo con todas mis fuerzas que me pongan en la puta calle. Eso o me largo yo. No recuerdo cuál es el desenlace de la situación, pero es muy evidente que esta pesadilla no hace sino reflejar mis diferencias irreconciliables con el mundo laboral en mi vida real. La más remota idea de trabajar me produce escalofríos, sarpullidos en el rostro y calambres en los testículos, además de poner a prueba mi sentido del equilibrio, todo a un tiempo. Cuando alguien me pregunta por mis objetivos de futuro, no puedo responder con más sinceridad: no quiero hacer nada, ni ser nadie. Sólo que me dejen en paz. No doblar el lomo, mi ideal de vida.
12 comentarios:
Jajaja!!!... comparto tus pensamientos 100%.
Yo soy perfecto para interpretar al Papa.
Rafalet es perfecto para el papel del Papa. Doy fe.
Jajaja!!!.
Usted sí que sabe. Después de leer su entrada he alzado la vista y he leído la frase de Arthur Cravan que luce ahí, ensartada en una chincheta, entre el horror vacui de mi cubil: "Que se sepa de una vez por todas: no quiero civilizarme". Le felicito por su tenacidad, no se rinda.
Voy más allá: Rafalet es ideal para interpretar al cadáver del Papa.
Y doy fe.
1. Que intriga me produce Rafalet, el hombre de los rasgos cambiantes.
2. A mi tampoco me gusta trabajar, pero es el único modo de pagarme los vicios (ahora mismo tengo una plasta al teléfono)
Radalet, más conocido como THE THING.
Uno de los mayores fans de STAR WARS de España.
No, Zeros, que era una pesadilla...
LA tirania del trabajo, menuda mentira! Ruina no se haga mayor!
Me niego a hacerme mayor.
¿El papa ha muerto?
Por otro lado, si no quieres currar más en la vida es fácil. Haz lo que yo, jugar a la primitiva. Nunca te toca, ¿pero y la ilusión añadida de que llegue el finde pa saber si te ha tocao?
Hola ruina, como ya le comenté a R en su blog losintervalosdesilencio le informo de que usted es también Papable, desde el momento en que cualquier varón católico podría ser Papa. Así mismo le informo de la imposibilidad de que una mujer sea Papa, pues entonces sería mamable.
He difundido esta noticia entre la mayoría de mis amigos y desconocidos más entrañables, bajo el lema TU TAMBIEN ERES PAPABLE, y la mayoría me han respondido:
Gracias, pero prefiero ampliamente ser mamable.
Felicidades por su fantástica página
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