¡Sal, Neville!

Parece que esta pasada tarde he gritado en sueños. Me lo ha dicho mi madre, así que, aunque ella siempre exagere tanto las cosas, debe de ser cierto; además, es algo natural en mí, sobre todo en períodos difíciles. De esto último puede inferirse fácilmente que no estoy atravesando un momento feliz, y así es en realidad. Como no recuerdo qué he soñado, no sé contra quién he proferido tanto improperio. Antes de dormir he estado leyendo Soy Leyenda, de Richard Matheson - qué grande es este tipo-, por lo que cabe la posibilidad de que la lectura haya inspirado mi subconsciente, transformándome éste a su vez en único superviviente humano de un mundo plagado de vampiros. Eso lo explicaría todo.