jueves, agosto 31, 2006
martes, agosto 29, 2006
Viggo

jueves, agosto 24, 2006
House of Re-Animator

lunes, agosto 21, 2006
M de Mignola

viernes, agosto 18, 2006
Johnny El Guapo

Sonido Dolby Digital 2.0 Surround Inglés, Castellano, Francés.
Subtítulos: Inglés, Castellano, Francés, Portugués.
Distribuye Sony Pictures H. E.
martes, agosto 15, 2006
Ese Capitán Alatriste
viernes, agosto 11, 2006
Carpenter y Death Proof

miércoles, agosto 09, 2006
lunes, agosto 07, 2006
Radiografía de un triunfador

jueves, agosto 03, 2006
¡NO!
Ahora escríbanme sus fans al correo maldito por calificar de bluff al chico, pero es la opinión que me merece, más, si cabe, tras aquel anuncio como para seguros de vida que rodó. No entraré en los seísmos vaginales que me provocó ver a Bardem hablando en gallego. Háganme un favor y abran los ojos de una vez por todas con lo de Amenábar.
La Educación de las Hadas está interpretada por Ricardo Darín e Irene Jacob, dos primeros espadas. En la película él es inventor de juguetes, ella ornitóloga. Y la pregunta es: ¿por qué ese empeño en dotar de profesiones tan poco usuales a los protagonistas? Es completamente legítimo ser inventor de juguetes u ornitóloga, pero ¿a cuántos inventores de juguetes u ornitólogas conocemos en la vida real? Resulta curiosa la pátina de irrealidad que pueden llegar a dar a unos personajes profesiones tan reales como éstas. Tampoco me hagan demasiado caso.
Tengo un problema con Darín, problema que viene dado por su sorprendente ubicuidad. Está en todas partes. En todas. Das una patada en el suelo y salen un par de gusanos de los de Tremors y 4 películas protagonizadas por el argentino. Sobreexpuestos al actor, corremos el riesgo de cansarnos de él.
Y ya que estoy en vena, aprovecho. Es como con Jaenada. Tras su Camarón y posterior Goya por la película, lo tenemos hasta en la sopa. Para mí es demasiado. 45 películas con Jaenada en marcha son un bombardeo, un abuso en toda regla. Y un disparate. Debe de ser porque no hay más actores en este país. Una epidemia se los ha llevado a todos de repente. ¡Que venga Yuzna a rodar lo de este asunto ahora mismo!
O acaso están en las temibles series de producción propia. En este país es descubrir a un nuevo actor con presunto tirón, que no es el caso del chico, y quemarlo. Aunque quemar a Jaenada no es nada malo, sino todo lo contrario. Ya ven qué pronto ha pasado a la historia mi aprobación para con su trabajo en Camarón.
No puedo decir gran cosa de La Educación... Seré sincera: más allá de los diez minutos iniciales, mis párpados se cerraron durante casi el resto de la película. Desgraciadamente para mí, desperté en mitad de una de las secuencias protagonizadas por Bebe, cantante modernilla que repentinamente parece estar probando suerte con el cine, y que a mí, por el momento, no me parece que vaya a ser una revelación. No me despierta ningún tipo de pálpito. No me apetece verla en una nueva película. Ni me gustan sus canciones. En definitiva: NO.
Lo peor de todo es que pronto tendrá una nueva oportunidad en Caótica Ana, lo siguiente de Medem. Medem, ese interesante creador de imágenes aquejado de una pedantería insufrible. Ese director sobrevalorado hasta la extenuación.