¿Trío de ases para Inglorious Bastards?

Quentin Tarantino: la boca que no cesa

Quentin Tarantino ha vuelto a abrir su bocaza hiperactiva, en esta ocasión para expresar que le encantaría que Arnold Swcharzzenegger, Silvester Stallone y Bruce Willis formasen parte del reparto de Inglorious Bastards, su esperada y largamente anunciada película bélica desarrollada en la 2 Guerra Mundial. A los dos primeros, ya en horas bajas, les iría de perlas formar parte de este proyecto, pues es por todos conocida la capacidad resucitadora que el director de Pulp Fiction tiene sobre los astros venidos a menos que se avienen a participar en sus películas. Yo no me asusto, que tanta estrella podría dar un juego increíble y estos crossovers suelen salir divertidos de verdad. Arnie resulta entrañable hasta en sus peores productos y ha estado mítico cuando ha intervenido en proyectos de altura. Casi renuncié tras ver sus últimas películas, aunque ahí siguen algunas de sus joyas ochenteras haciéndonos, a cada nueva revisión, albergar esperanzas de un digno regreso a la pantalla grande. Por su parte, Stallone puede dar muchísimo de sí, y no hay necesidad de retroceder demasiado en el tiempo para volver a repetir lo enorme que estuvo en Rocky , Paradise Alley o First Blood. Tan sólo girense un poquito y admírense de nuevo ante el excelente trabajo que hizo en la sensacional Copland, de James Mangold. A los nostágicos del héroe por excelencia de la era Reagan, sólo decirles que con un poco de suerte en breve tendremos una sexta entrega de Rocky y una cuarta aventura del increíble John Rambo. Y ¿qué decir de Bruce Willis? Willis está en plena forma, no se preocupen.

Harvey Keitel y Adam Sandler también podrían ser dirigidos en la que probablemente sea la siguiente película del aclamado director, pero por ahora la única estrella confirmada de la función es Michael Madsen, quien recientemente ha declarado que Tarantino cuenta para Inglorious Bastards con una cantidad ingente de material que, por supuesto, no desea comprimir en una sola película, por lo que podría recurrir de nuevo al recurso de dividir la película en dos entregas, como ya hizo con la aplaudida Kill Bill. Esto podría significar pasar de nuevo por el duro trance que significa tener que ver media película para sufrir a continuación una agonía que se prolongaría durante meses hasta el estreno de un segundo volumen. Esperemos que la amenaza de otra obra por volúmenes se quede en simple posibilidad y podamos disfrutar de su nueva película de un tirón, sin intermedios casi eternos. Lo más divertido de todo es que el tipo todavía está redactando el guión. Por cierto, ¿adivinan quién podría unirse al elenco final de la película? Sí, Mickey Rourke.