Otis Driftwood, el psycho amadoEl otro día, creo que el viernes pasado, me dejé caer por el cine para ver qué la que había montado el bueno de Rob Zombie en su segunda película, The Devil´s Rejects (Los Renegados del Diablo). Tras aquella celebración macabra del psycho más cerril que llevaba por título La Casa de los 1000 Cadáveres, Zombie nos sirve una secuela que escapa de los parámetros del subgénero en los que su predecesora se movía para dar pie a una suerte de western psicopático en el que no faltan forajidos (los chicos del clan Firefly) ni el sheriff de turno (William Forsythe ), cuyo atuendo homenajea directamente al Gary Cooper de Solo Ante el Peligro.
Pero más allá de las intenciones o resultados de su director, el verdadero acierto de la película es ese casting capaz de mantener al espectador clavado a la butaca: con un look entre Charles Manson y el mismísimo Jesucristo, Bill Moseley vuelve a deleitarnos con su carismático Otis, uno de los asesinos seriales más atractivos de la nueva ola de películas de género que, por méritos propios, ya tiene su lugar en el Olimpo de los psychos de toda la vida, junto a los clásicos; Sheri Moon, o señora de Zombie, no podía faltar en esta secuela y es la demostración fehaciente de que el amigo Rob no se chupa el dedo, porque vaya hembra se ha agenciado. Aún no estoy muy seguro de si es buena actriz o un hermoso elemento decorativo, pero resuelve su personaje con solvencia. Atractiva y tan letal como su hermano Otis, Baby es el señuelo perfecto para incautos salidos; Sid Haig retoma a su Capitán Spaulding, un personaje capaz de quemar definitivamente, y ahora sí, lo poco que de buena reputación le quedaba al gremio de payasos. Los payasos son CHUNGOS; los payasos son gente MALA; Leslie Easterbrook, en sustitución de Karen Black, es la matriarca Firefly. Independientemente de sus virtudes como actriz, logra involuntariamente que su desquiciado personaje nos remita a una MASSIEL en horas bajas, y creo que a estas alturas, y sobre todo tras sus infernales apariciones televisivas, a nadie se le escapa que la cantante tiene mucho de Mamá Firefly; William Forsythe, viejo conocido de todos, es un actor de carácter con un buen puñado de títulos a sus espaldas que ha trabajado con algunos de los grandes (Once Upon a Time in America) y se atreve con todo ( su detective Chuck Fowler en Deuce Bigalow: Male Gigolo es buena prueba de ello). Él es el Sheriff Wydell, un hombre de ley que, en su empeño por capturar a los protagonistas, cruzará las barreras de la legalidad y perderá toda cordura, hasta el punto de convertirse en un maníaco más de la función. Forsythe está tan bien que da miedo; además del cast protagonista, el aficionado al género podrá disfrutar descubriendo los cameos de gente como Ken Foree (Dawn of the Dead) o Michael Berryman, el inolvidable Pluto de Las Colinas tienen Ojos. Y Geoffrey Lewis, P.J. Soles, Danny Trejo y alguno más que seguro que se me escapa.
Vayan a verla, si aún no la han retirado de sus carteleras, y pásenlo mal. Por mi parte, espero que Rob Zombie no tarde mucho tiempo en filmar nueva película, porque apunta maneras de verdadero cineasta.