
No es cine español, pero lleva la firma de uno de los nuestros, y es por ello obligado dedicarle un espacio. Como ya imaginaréis, me estoy refiriendo a
28 Semanas Después, secuela tardía de la película de
Danny Boyle y que ha sido dirigida por
Juan Carlos Fresnadillo, quien hace ya unos años despuntara con esa gema que es
Intacto.
La película ha funcionado correctamente en territorio yankee, lo cual es una sorpresa si enumeramos los blockbusters con que ha tenido que competir en el Box Office USA. Su éxito en nuestro país parece inevitable si tenemos en cuenta que estamos ante la secuela de una película considerada por muchos como cult movie, a lo que debemos añadir un nada desdeñable reparto encabezado por el excelente Robert Carlyle.
No es de extrañar que se esté elogiando el trabajo de Fresnadillo tras la cámara, y es que, tras su visionado, nadie con dos dedos de frente se atreverá a poner en entredicho el talento del realizador canario. Éste, con un presupuesto no mucho más holgado que el de su predecesora, ha manufacturado una secuela que no sólo luce como si en ella se hubiese invertido un capital más abundante, sino que además se aproxima peligrosamente a su predecesora en cuanto a resultados.
Fresnadillo se muestra aquí como un hábil director de encargo sin problemas a la hora de afrontar un material ajeno y muy capaz de sacarle el máximo rendimiento a una historia de argumento nada novedoso y que homenajea sin complejos a títulos capitales del subgénero. 28 Semanas Después es la demostración fehaciente de que el talento del director permanece intacto, pero así como os digo que estamos ante un excelente entretenimiento, también afirmo que podríamos haber sobrevivido sin su existencia.