miércoles, mayo 20, 2009

Entrevista: Román Piña

ROMÁN PIÑA:
"Me he dejado las tripas, mi piel y varias más"
Por Félix Ruina
Consideren la siguiente entrevista como un ligero aperitivo, como una desenfadada presentación en sociedad de la reciente edición de Stradivarius Rex, a mi juicio la obra más completa hasta la fecha de su inquieto autor, Román Piña (Palma de Mallorca, 1966). Ignoro con qué nos sorprenderá en el futuro este todoterreno de las letras, pero puedo adelantarles que lo último que ha parido cuenta con la introducción más acojonante que recuerdo haber leído en los últimos dos años. El invento abre fuego con un Bill Clinton desatado, y de ahí para arriba. Perfecto para provocar un conflicto diplomático entre superpotencias.

Pregunta:- Aparte de ejercer la docencia, escribes dos columnas de opinión a la semana, eres un blogger activo, diriges una revista de creación literaria y una editorial, además de ser marido y padre de familia. Por si lo anterior fuera poco, aún te queda tiempo para sacarte una nueva novela de la manga cuando menos lo esperamos. ¿Cómo logras exprimirle 25 horas a un día normal?

Respuesta:- Esa es la razón de que ahora me cuesta escribir una novela cuatro años, y no un mes, como en los viejos tiempos.

P:-Hablemos de Stradivarius Rex. De entrada te confieso que me ha gustado mucho más que tu anterior Gólgota. ¿Te has dejado la piel escribiéndola?

R:-Vaya, ¿mucho más que Gólgota? ¿Y eso? Bueno, me he dejado literalmente las tripas. Mi personaje se somete a una colonoscopia sin anestesia, a una felación de Mónica Lewinski, al viaje en la Harley de un "oso gay", a una reprimenda del mismo Zeus en plena Guerra de Troya... Me he dejado mi piel y varias más.

P:-Cuando leí Stradivarius Rex di por hecho que no tardarías en recibir la llamada de algna editorial, per finalmente has decidido sacarla bajo tu propio sello, Sloper. Publicar una novela supone un desembolso económico y un riesgo importante. ¿Qué te ha llevado a tomar esta decisión? ¿Tan orgulloso estás de este nuevo trabajo?

R:- Qué va. Esta es una novela del montón. Pensé que nunca podría ficharla una editorial de prestigio. Pero el director de Sloper se puso pesadísimo y me dejé querer.

P:- Saber de la existencia de Stradivarius Rex me alegró enormemente. Hace unos cinco años me aseguraste en privado que no tenías intención de seguir escribiendo novelas. La gravedad de la confesión me sorprendió, aunque admito que tampoco creí que aquella decisión llegase muy lejos... Siempre he pensado que el escritor nunca deja de serlo, y mucho menos en tu caso.

R:-Discrepo. Si uno no escribe no es escritor. No caigamos en la cursilería de decir, como María de la Pau Janer, que ser escritor es una manera de entrar en las cafeterías. De verdad, tras escribir Gólgota pensé que no iba a tener ya tiempo de embarcarme en otras novelas. Fui sincero contigo. Pero en el verano de 2007 me cogió una historia por el pescuezo y me hizo sentarme a escribir durante un mes. Escribí El catedrático, que está inédita. Stradivarius fue creciendo milagrosamente durante años. Si la he podido concluir es porque es fruto de alguna semilla transgénica, inmune a los venenos tradicionales.

P:- La comedia y el humor negro recorren Stradivarius de principio a fin, al tiempo que podríamos enmarcarla en la tradición del género fantástico. Por otro lado, su lectura deja claro que es mucho más que todo eso. ¿Le has cogido gusto a la mixtura de géneros?

R:- Bueno, no hay excesiva mixtura. No me planteé hacerlo, y no me acerco ni de lejos a la audaz propuesta de Sangre a Borbotones de Reig. Es la primera vez que tonteo con lo fantástico, y me parece que es una disposición muy fructífera, de infinitas posibilidades. Puedes hacer algo de género directamente a lo Dick, un híbrido lo Reig o a lo Vilas, o un simple guiño como Liz Jensen... Por otra parte, recuerdo que empecé a creer en la literatura por su poder de convocar lo fantástico, cuando me enteré de que Cervantes había hecho hablar a unos perros.

P:-¿De dónde parte este nuevo trabajo? ¿Dónde nace exactamente? Y ¿de dónde sale un título tan pegadizo?

R:- Nace de una casualidad. Su origen es una serie de relatos que escribí para El Mundo de Baleares un verano. Jugué a cambiar de indentidad durante diez días, y me di cuenta de que ese recurso daba para mucho más. El título me surgió a mitad de novela, y es el símbolo que define perfectamente al protagonista. Un monstruo irreal y un ignorante entrañable. Stradivarius Rex refleja por una parte el rasgo fundamental del personaje, un ignorante que cree que un Stradivarius es un dinosaurio; y por otra se convierte en el animal extraño y absurdo con el que se identifica.

P:-Tu novela es toda una carta de amor a la creatividad literaria en su estado más lúdico. Leyéndola, el lector se llevará la impresión de que te lo estabas pasando bomba mientras la escribías. Al mismo tiempo, también hay espacio para la reflexión, para un algo más íntimo. ¿Has disfrutado con ella más que con anteriores títulos?

R:-Desde luego he disfrutado con ella más que con Gólgota, que tiene una extensa parte demasiado trágica, y que supuso mucho esfuerzo por reprimir, si bien en vano, mi vena esperpéntica y mi verdadera voz, sacrificada al narrador en tercera persona. Stradivarius Rex conecta más con Un turista, un muerto.

P:-Supongo que para escribir te nutres de la realidad. Vicente me pareció un secundario genial. ¿Existe o es cosa de tu magín personal?

R:-Vicente, parafraseando a Flaubert, soy yo. Y Marcos Badosa, el protagonista. Y hasta Bárbara, la rubia "chandleriana". Porque yo, a dierencia de Marcos Badosa, sí puedo ser mujer.

P:-Actualmente muchos escritores trabajan como si fuesen guionistas, con una pizarra, rodeados de esquemas y trabajando mucho en los giros de sus novelas. Todo eso, que está muy bien, sigue sonándome a trabajo de laboratorio. Personalmente me gusta más el sistema de Fernández-Mallo, que dice que en cuanto lo ve claro, en cuanto tiene una imagen, sólo tiene que limitarse a ir tirando del hilo. ¿Cómo afrontas tú el desarrollo de una novela? ¿Masticas mucho las cosas o te dejas llevar por una especie de arrebato creativo?

R:-No sé cómo lo afronto. Ni idea. Con ánimo de prófugo, de Bartleby, supongo. Con resistencia. Ese día que uno se sienta a empezar una novela ha de ocurrir algo especial, terrible, imponderable.

P:-¿Qué estás escribiendo actualmente?

R:-La tercera parte de Stradivarius Rex.

P:-¿La segunda ya está escrita?

R:-Paso de la segunda. Nunca segundas partes fueron buenas.

Entrevista publicada en el nº73 de La Bolsa de Pipas, abril-junio de 2009.

Foto: Gori Vicens.

sábado, mayo 09, 2009

Al

No quiero mancharme las manos de sangre con una película de Almodóvar, pero mucho me temo que el sobrevalorado talento del director poco puede aportar ya a una filmografía que, digámoslo claro, suma ya unos cuantos altibajos. Por decirlo de algún modo, resulta sencillo alinear su último trabajo entre los títulos más soporíferos de su carrera. El imposible golpe de estado que se sacó de la manga hace unos años era infinitamente más interesante que Los Abrazos Rotos. También más divertido.