
Si tenéis intención de pasar un amable rato de asueto, bajo ningún concepto paguéis por ver
Pudor, primera película dirigida en estrecha colaboración por los hermanos
Ulloa:
Tristán, al que habréis visto como actor en más de una película, y
David, realizador de televisión.
A años luz de devanarse las seseras por cómo obtener un éxito de taquilla, los Ulloa parten de una novela del escritor peruano Santiago Roncagliolo para levantar una película a todas luces gris, en las antípodas del concepto de entretenimiento cinematográfico establecido por la Disney.
Protagonizada por una familia con la incomunicación como único nexo común, Pudor se recrea sin mayores problemas en el friso de tragedias anónimas que sus protagonistas sufren en silencio. Un arriesgado baño de realidad que difícilmente encontrará en taquilla el respaldo del espectador y que cuenta con un espléndido Nancho Novo como baza más visible.