domingo, febrero 22, 2009

World On Fire

LIGHT SLEEPER
En homenaje a Paul Schrader

Hacía ya dos años que no tomaba droga.
Ahora, la repartía. Una noche de lluvia,
se encontró con su ex en la calle y le dijo:
"Aún te sigo queriendo." Ella no le hizo caso
y siguió su camino, porque él le recordaba
los diez años de droga que quería olvidar.
Volvieron a encontrarse, y el antiguo deseo
los condujo a la cama, e hicieron el amor
sin droga por primera vez, y estuvieron juntos
y amándose hasta el alba. Luego, la chica dijo:
"No quiero verte más." Y se fue. Y en la cama
quedó la huella tibia de su cuerpo, y la alcoba
se llenó de silencio, y él se vistió despacio,
como quien nada espera del mundo y de la vida,
y se fue a trabajar, a repartir la droga
que ahora no consumía. Y en casa de un cliente
-un tipo repugnante, hijo de un abogado
riquísimo- la vio ciega de cocaína,
y ella vio cómo él entregaba la droga
-una bolsa con veinte gramos de nieve pura-
al sórdido cliente, y ambos sintieron cómo
el horror era el único sentimiento posible
entre los dos para siempre.


Luis Alberto de Cuenca
Madrid, 28 diciembre
1994

jueves, febrero 12, 2009

Rourke + Hill

Mickey Rourke, últimamente tan en racha, acaba de sumarse a un nuevo proyecto: el actor protagonizará St.Vincent, lo próximo de Walter Hill, un grande de la dirección que en sus buenos tiempo rodó, entre otras, joyas del calibre de The Driver, The Warriors, Southern Comfort, Streets of Fire o Extreme Prejudice. Acojonante.
En St. Vincent, cuyo rodaje dará inicio a finales de este año, Rourke dará vida a un asesino a sueldo que regresa a su antiguo barrio en New York con el propósito de eliminar a un informador. Podría dar más detalles al respecto de la trama, pero para eso ya tienen otros blogs y medios varios dispuestos, como es buena costumbre, al destripe sistemático de títulos aún pendientes de rodaje, una de las maldiciones de esta era de superinformación digital.
Recordemos que Rourke y Hill ya coincidieron hace veinte años, y con más que notables resultados, durante el rodaje de la excelente Johnny El Guapo, título que con el tiempo ha adquirido un merecido estatus de película de culto.

lunes, febrero 09, 2009

Aparecidos

Confieso que se me antojaba casi un castigo sentarme a ver una nueva obra parida por la atrevida pluma de Paco Cabezas, el mismo sujeto que perpetró un guión para aquella cosa titulada Sexy Killer. Pero no crean, no, que tampoco siento por este tipo nada similar al odio; de hecho, he empezado a detestarle un poquito menos tras leer con cierta curiosidad la entrevista que le dedicaban en el número de diciembre de la revista Scifiworld, en la que el joven director hablaba de todo un poco y siempre con ese tono excesivamente confiado que le caracteriza y que a mí tanto me carga.
No me cabe duda de que Cabezas pretende aportar renovación al género fantástico patrio, pero mucho me temo que por ahora no ha logrado otra cosa que ser un torpe aspirante a artista del déjà vu. Sus esfuerzos por epatarnos colisionan brutalmente con un previsible guión que con dudoso resultado combina la road-movie, el horror y la denuncia-política. O lo que es igual: las buenas intenciones del guionista-director quedan en pantalla reducidas a eso, a buenas intenciones, algo que nunca es suficiente para el espectador veterano y difícilmente impresionable.